jueves, 25 de octubre de 2012

Ecología: concepto y subdivisiones

CUEVAS DE EKAIN

La cueva de Ekain (ecosistema) es un entorno natural de Euskal Herria que se encuentra situado en la ladera oriental de la colina del mismo nombre, en el pequeño valle creado por la regata Sastarrain. Un lugar idóneo para un asentamiento prehistórico.

Se encuentra cerca del municipio de Zestoa, desde donde tiene fácil acceso. Es conocida por sus pinturas rupestres magdalenienses, y hay que subrayar su excepcional estado de conservación.

En la cueva de Ekain existen aproximadamente 70 figuras de animales, 64 de ellas pintadas y 6 grabadas. El caballo es la figura más representada. Su conjunto ecuestre es uno de los más bellos y ricos del arte franco-cántabro, y es considerado como el mejor lienzo de pared en su categoría. Entre las figuras de Ekain también hallamos osos, ciervos, cápridos… La cueva se divide en diferentes galerías, que han sido nombradas en función de las figuras que albergan: Erdibide, Auntzei, Erdialde, Zaldei, Artzei y Azkenzaldei.


– Gipuzkoa Subterranea (Vista de la cueva)

Consideramos que las cuevas tienen un ecosistema amplio. En la cueva, existen diferentes niveles de circulación antiguos que se encontraban activos pero, hoy en día, la circulación actual se desarrolla por debajo, dentro del, recientemente hallado, rio subterráneo.

FAUNA DE LAS CUEVAS DE EKAIN

En estas cuevas existen una gran diversidad de especies de interés bioespeleologico y biogeografico, entre ellas, varias especies endémicas del País Vasco, e incluso restringidas en este contexto Karstico. Los estudios llevados a cabo en este entorno nos permiten distinguir hasta 72 especies; 12 de ellas restringidas al País Vasco.

La temperatura en Ekain, suele ser de 12C, con una humedad del 94%. La temperatura del agua es 9,8C, aunque en las zonas de entrada aumenta ligeramente. Se trata de factores que afectan o influyen, como también constituyen al ecosistema, es decir, el biotopo.

Fauna Troglóxena

En la zona de entrada son frecuentes los invertebrados troglóxenos, los cuales acuden a este hábitat en busca de humedad, oscuridad y refugio o alimento, algo que hacen de modo cíclico o estacional (nicho ecológico). Entre ellos, pueden citarse: moluscos gasterópodos, arácnidos, isópodos oniscidade, lepidópteros Geomitrae, coleópteros, e incluso vertebrados  como anuros, urodelos, insectívoros Soricidae, roedores y quirópteros. Entre estas especies los más fáciles de observar son los murciélagos de herradura, los cuales tienen marcadas preferencias cavernícolas y hábitos sedentarios. Han sido hallados ejemplares aislados o pequeñas agrupaciones constituidas por 5-10 individuos.

Hay tres especies del genero Rinolophus que se pueden encontrar en estas cuevas (Rh.euryale Blasiusferrumiquenum e hipposideros Bechstein). La  Rinolophus es una especie mediterránea de hábitos coloniales, aunque poco frecuente en el País Vasco y solo habita en cavidades cálidas de baja altitud.

Las formas troglóxenas frecuentan temporal o habitualmente las cuevas, e incrementan la complejidad de la red ecológica de la que dependen los cavernícolas o troglóbios de la zona profunda, es decir aumentan la cadena trófica en este nicho ecológico.

Fauna troglófila y troglobia

La especies troglófilas son animales que viven en las grutas pero que se pueden encontrar también en el exterior. Escorpiones, gusanos y varias especies de insectos pertenecen a este grupo. Estas especies pasan largas temporadas en el interior de la cueva y pueden pasar su tiempo de letargo en ellas, se pueden reproducir dentro de la cueva y se alimentan de animales que proceden del exterior aunque en ocasiones salen de la gruta para alimentarse.

A estas, se suman los cavernícolas estrictos o troglóbios, son animales que viven toda su vida en el interior de la cueva, a menudo en oscuridad total. El grillo de las cuevas o algunas especies de peces pertenecen a este grupo. Sus adaptaciones morfológicas son numerosas y todas relacionadas con la ausencia de luz; no necesitan ver así que son ciegos igual que otros animales que viven bajo tierra como el topo, no tienen pigmentación, tienen aspecto transparente ya que no necesitan protegerse de los rayos del sol. Además, en el caso de insectos, las alas son muy pequeñas o están soldadas al cuerpo y tienen más aumentados en tamaño los órganos sensoriales. Entre ellos se destaca su permeabilidad, su baja tasa metabólica y su resistencia a las condiciones adversas. Esta especie deriva de las antiguas faunas que habitaron en el terciario que con el tiempo han ido evolucionando y adaptándose al entorno.

Endemismo y biodiversidad

Un alto porcentaje de las especies troglobias de este entorno, constituyen endemismos vascos. Estas proceden, en su mayoría, de estirpes antiguas y son de gran valor paleográfico. El conocimiento de los artrópodos cavernícolas permite utilizar a esta fauna como bioindicadora de procesos de degradación ambiental en las cavidades. Estas especies, deben ser consideradas como especies amenazadas por su estatus de vulnerabilidad y los cambios en las estrictas condiciones de hábitat, también por el bajo índice poblacional.

Para asegurar la supervivencia de estas especies, es necesario cuidar el medio donde viven. La destrucción de estos relictos filogenéticos implicaría la pérdida de un patrimonio de gran valor biológico y genético.

Enlaces de interés:
http://www.ekainberri.com/?lang=es – Página web de las cuevas
http://www.youtube.com/watch?v=buBhBZ8lPfk - Contorno de un ave de hace 14.000 años

Bibliografia:
http://www.aranzadi-zientziak.org/ - Sociedad de Ciencias ARAZANDI
http://www.redaragon.com/turismo/naturaleza/grutas_y_cuevas/1005_guia.asp - Bioespeleología; la fauna de las cuevas

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